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3-8-2004

Columna 39

Sí, todavía estoy aquí y todavía escribo. No he escrito en un tiempo porque no pensaba que tuviera realmente algo que decir. No quiero escribir sólo para rellenar espacio, así que prefiero esperar hasta que tenga algo pertinente sobre lo que hablar. Espero que esta vez también tenga algo interesante de lo que hablar.

He intentado seguir el escándalo sobre los abusos en la cárcel iraquí lo mejor que he podido y me he dado cuenta de algunas cosas que me parecen muy interesantes. No me sorprendí la primera vez que vi esta historia en las noticias. Estoy seguro de que en la mayoría de los países hay abusos de un grado u otro que tienen lugar en sus cárceles. En América parece que lo que el resto de mundo considera un abuso se ha convertido en prácticas comunes en nuestras cárceles y prisiones. Quizás los abusos no son del mismo tipo de abusos que han ocurrido en Irak, pero las circunstancias son diferentes, así que esto es de esperar. Hay algunas cosas que sí son similares, creo.

Esperaba también que los medios de comunicación aprovecharan la oportunidad del escándalo de abusos en la cárcel de Irak para sacar el tema de los abusos en las cárceles y prisiones de América, pero sólo hubo una cadena de televisión que trató este aspecto. Si hubo otras que hablaron de ello, me lo perdí.

Uno de los aspectos interesantes de la historia del abuso de los prisioneros en Irak es que algunas de las personas que el gobierno de los Estados Unidos llevó para gestionar las cárceles en Irak, eran oficiales de prisiones aquí en los Estdos Unidos. Por lo que yo sé, dos de esas personas, a las que llevaron para administrar y organizar las cárceles, tenían un historial de abusos en las cárceles en las que habían trabajado aquí. Uno incluso estaba siendo investigado por el Departamento de Justicia sobre su implicación en la muerte de un preso en la cárcel (de Utah) de la que estaba a cargo. Por estos motivos, este hombre no podía optar a ningún trabajo en ninguna cárcel de los Estados Unidos, pero evidentemente, estaba cualificado para ser el responsable de una cárcel de los Estados Unidos en Irak.

También hay algunos soldados de bajo rango que han sido culpados por los abusos. Son los que podéis ver en las fotos donde los abusos tuvieron lugar. Por lo que yo entiendo, dos soldados han sido ya encarcelados. También encontré interesante, pero no sorprendente, que muchos de esos guardias trabajaran como oficiales de prisiones y agentes de policía aquí en los Estados Unidos. Sospecho que la razón por la que cometieron esos abusos es porque habían hecho las mismas cosas (quizás en un menor grado) aquí en América y no pensaban que hubiera algo equivocado en lo que hacían. Afirmaban que estaban siguiendo órdenes cuando cometieron esos abusos y les creo, pero eso no significa que no sean también responsables por sus actos.

La jerarquía militar y la Administración Bush afirman que no fueron conscientes de esos abusos y que los abusos ocurrieron sin su aprobación. Creo que este es un caso en el que los auténticos responsables esquivan la culpa y se la pasan a gente de abajo, lo que es bastante despreciable. Sospecho que el consentimiento de lo que estaba ocurriendo en las cárceles en Irak fue dado por todo el mundo, hasta Bush. Pero por supuesto, Bush es alguien que nunca admitirá que ha cometido un error, o aceptará la responsabilidad por sus acciones en ninguna equivocación. Así que, por supuesto, va a dejar que culpen a algunos chicos sin importancia por algo de lo que él es el máximo responsable.

He mencionado antes que había visto una historia en las noticias de la televisión sobre los abusos en las cárceles americanas, y fue interesante ver lo que tenían que decir. Hablaron sobre un sheriff en Arizona, que es famoso por hacerles cosas vergonzosas a los presos en la cárcel del condado y por salir en televisión jactándose de cómo humilla a sus presos, haciéndoles llevar ropa interior rosa o dormir en tiendas de campaña en el exterior, a temperaturas muy por encima de los 100º F ( 38º). 
También hablaron de esas sillas de tortura que utilizan en otro estado, donde atan al preso a la silla en una postura muy incómoda como castigo, hasta que un preso murió durante una de esas sesiones. 
Al hablar de esto también lo hicieron sobre los abusos en algunas cárceles aquí en California. Uno fue un caso de tortura en el que sumergieron a un preso en un baño de agua hirviendo y sufrió algunas severas quemaduras en el cuerpo y en las piernas. También hablaron de los incidentes en California, en los que los guardias organizaban peleas entre los presos y apostaban en ellas. Hubo una muerte (o más) como resultado de las peleas. Los guardias disparaban a los presos con balas de goma para parar las peleas, pero en un caso, dispararon y mataron a un preso con balas auténticas.
Hablaron de otros abusos, en otras prisiones, pero sospecho que ya os hacéis una idea.

Personalmente, no he presenciado abusos como éstos desde que estoy en San Quintín, pero vi muchos abusos cuando estuve en la cárcel del condado esperando mi juicio. Dudo que esos abusos fueran una aberración que sólo ocurría en la cárcel en la que yo estaba.

No es sorprendente que nuestros medios de comunicación no se hayan centrado más en los abusos en nuestro país. Después de todo, prefieren pasar el tiempo con historias sobre juicios que no tienen ninguna importancia para nadie excepto para aquellos a quienes afectan directamente, más que en hacer historias sobre asuntos que afectan a decenas de miles de personas y a sus familias, como las historias sobre abusos en las cárceles. Es sólo otro ejemplo de cómo los medios de comunicación engañan al público e ignoran historias de importancia, para centrarse en los aspectos más escandalosos de las noticias.
No quiero meter a todos los medios en el mismo saco porque no sería exacto. Estoy hablando de los medios de comunicación más comerciales y conocidos. Tienen el récord de historias sobre asuntos que son sólo una distracción, y de no tratar historias que importan a todo el mundo.

Creo que un buen ejemplo de esto es el juicio de Martha Stewart. Los medios emplearon una enorme cantidad de tiempo cubriendo el juicio y la sentencia de una mujer que tomó algunas decisiones cuestionables sobe la venta de sus acciones, que no afectaban a nadie. 
Por otro lado, los medios nunca hablan de cómo la antigua empresa del vicepresidente Cheney (Halliburton) ha conseguido todos esos cariñosos tratos con el gobierno americano para ganar contratos en Irak. O las otras políticas que Bush y su gente han implementado y que afectan no sólo a los americanos, sino a todo el mundo.

No sé si la atención de los medios, sobre los abusos en las cárceles, podría provocar algún cambio. Me gustaría pensar que sí. Las cárceles y la forma en que son gestionadas son muy difíciles de cambiar y la cultura de la cárcel es algo que cambia muy poco con el paso del tiempo.

Creo que ya he dicho bastante por hoy, así que lo dejaré por ahora.
Gracias por vuestro tiempo, y no dudéis en enviar un mensaje a esta página si os apetece hacerlo.

Cuídaos,
Dean Carter 
P. O. Box C-97919
San Quentin Prison
San Quentin, California, 94974