01/02/03/04/05/06/07/08/09/10/11/12/13/14/15/16/17/18/19/20/
21
/22/23/24/25/26/27/28/29/30/31/32/33/34/35/36/37/38/39/

 


5 de octubre de 1996

Columna 12

Quería seguir hablando sobre los tribunales, pero antes, quiero mencionar que esta página web, Kauai Net, es donde se originaron y fueron concebidas estas columnas. Había permitido a otra página web publicarlas, pero no funcionó. Así que estaré sólo en esta página de ahora en adelante. Si me enviásteis algún mail a la otra página, no lo recibiré. Pedí que quitaran las columnas de esa página. Es una pena que las cosas no funcionaran, pero la otra página me causó muchos problemas. Si me enviásteis algún mail a la otra página, podéis mandarlo de nuevo a la dirección de e-mail de ésta, y me lo enviarán. Pero mi dirección personal de correo (correo ordinario) está en esta página y es una forma mucho más rápida de contactarme. Lo siento si no recibí vuestras cartas desde la otra página, pero esa es una de las razones por las que ya no estoy allí. Había permitido a la otra página publicar estas columnas para llegar a más gente, pero se convirtió en un gran quebradero de cabeza, y no merecía la pena.

La última vez que escribí, hablé acerca de la disposición de la sala de juicios y hablé brevemente sobre el proceso de selección del jurado en un juicio de pena de muerte. Mencioné que los posibles jurados contestaban un cuestionario que les preguntaba sobre una amplia variedad de asuntos. El cuestionario se compone de preguntas que contribuyen a elaborar el juez, el fiscal y la defensa. El propósito es establecer una imagen tan clara como sea posible de la persona, de tal forma que cuando el posible jurado es llevado a la sala de juicio para la entrevista de selección de jurados, todos puedan tener ya una idea de qué clase de preguntas quieren hacerle. Obviamente, hay ciertas cosas que el juez y el fiscal buscan, y hay cosas concretas que la defensa busca en los cuestionarios.

Sentarse y escuchar las preguntas y respuestas de los posibles jurados es muy interesante. El viejo dicho de "no juzgues un libro por la portada" es realmente apropiado en un proceso como éste. Oyes las cosas más increíbles de las personas que menos esperarías. Hay algunos diálogos que se han quedado realmente en mi cabeza. Uno de ellos fue más o menos así.

Fiscal: Veo por su cuestionario que usted no cree en la pena de muerte. ¿Correcto?

Jurado: Sí, es correcto.

Fiscal: ¿Significa esto que usted nunca podría condenar a una persona a muerte, sean cuáles sean las circunstancias?

Jurado: Sí, correcto. No creo en la pena de muerte en ningún caso. Lo siento, pero simplemente no puedo defenderla.

Juez: No hay necesidad de disculparse por lo que siente. Nos alegramos de que haya sido honesto sobre ello.

Jurado (mirando al juez, como si se lo estuviese explicando a un niño): No me estoy disculpando por lo que siento. Creo que está mal que el estado mate a alguien. Estoy orgulloso de no apoyar la pena de muerte. Nunca pediré disculpas por lo que siento.

Juez (intercambiando una mirada avegonzada con el fiscal): Gracias por su tiempo, queda excusado de cualquier otro servicio en este juicio.

Jurado: Gracias.

Mi abogado se inclina sobre mí y me susurra: “¡Maldición! ¿Por qué los buenos tienen que ser tan fuertes en sus convicciones?” Pero la mayoría de los jurados están en el otro extremo del espectro. El diálogo típico es más o menos así:

Defensa: Su respuesta al cuestionario acerca de cuál es su postura acerca de la pena de muerte es que nunca consideraría una cadena perpetua. Y que cree que si alguien es encontrado culpable debería ser condenado a pena de muerte. Así que, ¿podemos asumir que nunca será capaz de hacer algo que no sea sentenciar al condenado a pena de muerte, es ésta su postura?

Jurado: Sí, lo es.

Defensa: ¿Entonces condenaría siempre a una persona a morir y nunca consideraría una cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional?

Jurado: Sí, eso es lo que opino.

Defensa: Gracias. No tengo más preguntas.

Fiscal: Ha dicho que nunca consideraría una cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Pero, ¿si hubiera algo que la defensa le contara que fuera muy convincente, no sería tan abierto de metne como para considerar sentenciar al acusado a cadena perpetua, en vez de a pena de muerte?

Jurado (dudando): Bueno, no sé qué podría ser, pero soy abierto de mente y lo consideraría.

Fiscal: ¿Así que está diciendo que PODRÍA considerar una cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y que no condenaría automáticamente al acusado a la pena capital?

Jurado: Sí, supongo, pero no sé qué me podría hacer considerarlo.

Juez: ¿Así que sería capaz de ser abierto de mente y considerar la posibilidad de una cadena perpetua sin libertad condicional, de la misma forma que la pena de muerte?

Jurado: Sí, supongo.

Juez: De acuerdo, queda excusado por ahora, pero deberá presentarse en esta fecha para la selección del jurado para este caso.

Defensa: Pero señoría . . . 

Creo que lo más importante que he aprendido durante el proceso de selección del jurado es que las personas que firmemente se oponían al libre derecho de una mujer a abortar, eran también los mismos que eran grandes defensores de la pena de muerte. Me pareció bastante hipócrita. Argumentaban con mucha pasión que matar está mal, y que practicando un aborto, estás matando a un ser humano. Pero, cuando les preguntaban sobre la pena de muerte, argumentaban con la misma pasión que está absolutamente bien ejecutar a una persona. Irónicamente, un alto porcentaje de personas que son contrarias al aborto creen firmemente en la pena de muerte.

Antes de irme, me gustaría respoder a un par de preguntas que me han hecho. Una es por qué no hablo de mi caso. Otra es por qué no hablo de asuntos personales. Bien, como dije con anterioridad, sólo menciono que soy inocente para que entendais desde dónde escribo. Si usara estas columnas como un vehículo para promover ese tipo de cosas, sentiría que estoy haciendo algo malo. Y la razón por la que no hablo de mí mismo es que no es relevante para las cosas que escribo. Mi caso será visto en los tribunales, no en Internet. Algunas personas me han acusado de utilizar esta página para promover mi inocencia, etc. Bien, creedme, si quisiera utilizar esta página como un foro donde proclamar mi inocencia, tendría numerosos puntos que podría utilizar para hacerlo. Así que, para aquellos de vosotros que me habéis enviado cartas diciéndome que sólo estaba tratando de proclamar mi inocencia, creo que estaría muy claro si lo estuviese haciendo . . . y no sería sutil haciéndolo.

Hasta pronto,
Dean